viernes, 17 de diciembre de 2010

Al comenzar el viaje ...

... debes rogar que el viaje sea largo,

lleno de peripecias, lleno de experiencias.

No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,

ni la cólera del airado Posidón.

Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta

si tu pensamiento es elevado, si una exquisita

emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo ...


Konstantínos Kaváfis; Ítaca


Los lotófagos son hombres que se alimentaban de loto, un fruto dulce como la miel que les otorgaba un "paraiso". Este fruto daba la serenidad y el olvido a quienes lo probaban que únicamente ansiaban quedarse en esa tierra. En la Odisea, poema épico griego compuesto por 24 cantos en los que se narran las aventuras de Ulises en su regreso de la Guerra de Troya, encontramos una de las primeras referencias:

"... vinieron a dar con los hombres
que se nutren del loto y que, en vez de tramarles la muerte,
les hicieron su fruto comer. El que de ellos probaba
su meloso dulzor, al instante perdía todo gusto
de volver y llegar con noticias al suelo paterno;
sólo ansiaba quedarse entre aquellos lotófagos, dando
al olvido el regreso, y saciarse con flores de loto.
Los conduje a las naves por fuerza y en llanto; arrastrélos
por la cala y , al fin, los dejé bien atados debajo
de los bancos. Al punto ordenaba a mis otros amigos
que embarcaran aprisa en las rápidas naves, no fuese
que comieran algunos la flor y olvidasen la patria".

Odisea, Canto IX, 76-104

Desde la Antigüedad han sido muchos los intentos de localizar geográficamente este pueblo así como la planta de la que se alimenta. Se piensa que el pueblo de los lotófagos estaba ubicado en el norte de África, concretamente, en la costa de Libia. Este no era un pueblo hostil. El olvido era el único peligro al que se enfrentaban los que llegaban a esta isla.

Existen referencias a los lotófagos en la actualidad. Quizás una de las más conocidas es la de los niños perdidos de Peter Pan. Estos personajes los encontramos en el País de Nunca Jamás. Tienen varias características similares a las que podríamos encontrar en los habitantes de la isla de los lotófagos. Una de las más llamativas es el hecho de que solo recuerdan el presente. No sabían quiénes eran sus antepasados ni por qué estaban allí. Estos personajes viven un eterno presente sin ninguna preocupación. Los que comen el loto olvidan sus propios nombres, el de su patria, etc. No sabían dónde estaban ni hacia dónde se dirigían.

Por todo esto, el país de los lotófagos es calificado a lo largo del tiempo como una especie de "paraiso". La propuesta de este blog es que la lectura sea como la flor de loto de la que se alimentaba este pueblo. A través de un libro podemos llegar a este lugar en el que no hay preocupaciones ni conflictos y que está al alcance de todos.






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